La marcha de los judíos españoles en 1492, puso fin a casi quince siglos de historia común y convivencia. La patria perdida de los sefardíes, guarda a través de sus juderías la huella indeleble de una cultura que contribuyó de manera fundamental a la forja de nuestro país.
Toledo es conocida en el mundo entero como la Ciudad de las Tres Culturas, ya que durante la Edad Media, judíos, musulmanes y cristianos, convivieron en ella de manera pacífica en un ambiente de tolerancia, que propició un desarrollo y un enriquecimiento cultural sin precedentes.
Viajaremos en el tiempo, redescubriendo un pasado glorioso y apasionante, plagado de reyes, héroes, grandes mujeres, sabios, santos, artistas y literatos que nos darán las claves para entender lo que somos a día de hoy.
Desvelamos todos los misterios de uno de los templos más importantes de la cristiandad. La Dives Toletana, la más rica de las catedrales hispánicas, atesora un sin número de obras de arte excepcionales y de incalculable valor, cuyo sentido es hacer visible lo invisible, permitirnos entrar en contacto con lo divino.
Nadie como el Greco ha sabido captar la verdadera esencia y el alma de Toledo. Su obra nos acerca a la España Imperial de Felipe II, al Siglo de Oro de las letras, a la ciudad por la que caminaron místicos como Santa Teresa y San Juan de la Cruz.
En el S.XVI, con el traslado de la corte a Madrid, Toledo se repliega sobre sí misma y se aferra a su condición de corazón espiritual y religioso de España. Las grandes familias, abandonan la ciudad con destino a la Villa y Corte y ceden sus palacios a las diferentes congregaciones religiosas que se instalan en la ciudad.
A lo largo de tres mil años, diferentes pueblos han habitado la ciudad, superponiendo sus construcciones y elevando poco a poco el nivel del suelo, desapareciendo así los restos más antiguos en algunas zonas de la ciudad.